Un estudio publicado en el portal especializado JAMA Cardiology resalta que de 100 pacientes recuperados del COVID-19, 78 quedan con problemas del corazón.
Las investigaciones sugieren que el virus puede afectar directamente los músculos cardiovasculares con inflamaciones, meses después de haber sido dados de alta.
En los últimos meses solo se ha prestado atención al volumen de fallecidos por el COVID-19. Sin embargo, los científicos comienzan a ver cómo surgen nuevos problemas de salud entre los pacientes que superaron el coronavirus.
En marzo, según New Atlas, se comenzó a ver cómo los pacientes con enfermedades cardiovasculares eran los que morían más rápido por el coronavirus. No obstante, no se pudo detectar si el virus atacaba directamente las células miocárdicas, o si existió un daño cardíaco a largo plazo.
La investigación inicial con los pacientes recuperados del COVID-19
Un primer estudio investigó a 100 pacientes recuperados del COVID-19 con una edad promedio de 49 años. La evaluación se realizó 71 días después de haber sido dados de alta.
A través de una resonancia magnética cardíaca, se detectaron anomalías cardiovasculares en el 78% de los antiguos pacientes del coronavirus.
Signos de inflamación del miocardio se vieron en el 60% de los sujetos de estudio.
De los 100 investigados, solo 33 requirieron hospitalización durante su aislamiento por coronavirus. Es decir, el daño cardíaco quedó sin importar la gravedad de la afectación del virus.
“Los participantes con una escasez relativa de condición cardiovascular preexistente y con recuperación en su mayoría en el hogar tuvieron una afectación inflamatoria cardíaca frecuente”, apuntaron los investigadores. “Esta fue similar al subgrupo hospitalizado con respecto a la gravedad y la extensión”.
Es probable, resaltan los médicos, que la infección viral amplificase cualquier daño cardiovascular preexistente.
Un segundo estudio, esta vez con fallecidos
Una segunda investigación analizó directamente el corazón de 39 fallecidos por el coronavirus. La edad promedio de los fallecidos era de 85 años.
Trazos del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, fueron encontrados en el músculo del corazón de más del 60% de los cadáveres estudiados.
Dieciséis de los sujetos tuvieron niveles clínicamente significativos de carga viral en su corazón al momento de la muerte.
En todo el mundo han fallecido más de 662 mil personas por el COVID-19. De 16,8 millones de casos confirmados, 9,8 millones de personas se han recuperado.