Las personas menores de 60 años pueden ser mayores difusores del COVID-19 que los ancianos. Un estudio realizado en cinco condados del estado de Georgia, en Estados Unidos, realizó la aseveración.
Los científicos de la Universidad Emory establecen responsabilidades en la difusión a este menor porcentaje de pacientes infectados. El Daily Mail publicó la información.
El estudio se realizó en Georgia entre marzo y mayo, durante la cuarentena por el coronavirus, entre casi 10 mil casos. Lo asombroso es que una quinta parte de todas las infecciones provienen de apenas el 2% de los infectados.
Con esto se reitera la importancia del distanciamiento social para disminuir las posibilidades de contagio.
“Estimamos que los casos de menores de 60 años pueden ser 2.78 veces más infecciosos que los ancianos, y los tienden ser el principal impulsor de la enfermedad”, afirmó el estudio.
Así se realizó la investigación
La base de datos analizada pertenece al Departamento de Salud Pública de Georgia. Se abarcaron los condados de Cobb, DeKalb, Gwinnett, Fulton y Dougherty. Todos los casos evaluados fueron sintomáticos.
Los investigadores analizaron la tasa R, un término utilizado para describir cuán infecciosa es una enfermedad en determinado territorio. Esta tasa fue más alta en el condado de Dougherty: de 5.2.
Representa el número promedio de personas sanas infectadas por una sola persona infectada.
El factor de superdifusión es importante. Por esta causa, ciertos individuos infectan desproporcionadamente un gran número de casos secundarios.
El balance del COVID-19 en Estados Unidos
Hasta este viernes, en Estados Unidos han fallecido 177.557 personas producto del COVID-19. Se confirmaron 5.7 millones de casos, de los cuales se han recuperado 2.9 millones.
En todo el mundo han muerto 796.095 personas por la enfermedad. De 22.8 millones de casos confirmados, se recuperaron 14.5 millones.